por Luciana Hurtado
India cuenta con un enorme peso demográfico, y sobresale no sólo por sus 1.210 millones de habitantes (Census of India, 2011), que lo colocan como el segundo país más poblado después de China, sino también por las características perceptiblemente favorables de esta población. Se trata de una población joven, ya que los menores de 15 años constituyen el 31% del total de habitantes, y los mayores de 65 años sólo alcanzan el 5% de la población (Population Reference Bureau, 2014); que ofrece un importante mercado consumidor y una abundante mano de obra. Más aún, dicha mano de obra, es a la vez altamente calificada y angloparlante.
Tal es así que según Pablo Bustelo (2012: 5) India posee “una ‘ventana de oportunidad’ demográfica hasta 2035, pues la población en edad de trabajar seguirá aumentando en valor absoluto hasta entonces, y la tasa de dependencia seguirá cayendo”.
Sin embargo, hay quienes advierten sobre el desafío que implica tal crecimiento demográfico es preocupante, por ejemplo, si se tiene en cuenta la capacidad de su economía basada en la industria de servicios para emplear a tantas personas en edad de trabajar. A su vez, es un desafío constante para el estado indio, que debe garantizar el desarrollo humano de sus habitantes.
De manera que, si el país pretende aprovechar plenamente esta ventaja demográfica y participar de forma productiva en la economía global, es crucial que invierta en el desarrollo cognitivo y humano de sus ciudadanos (Centro de Información de Naciones Unidas). Frente a esto, “el Gobierno del país está reaccionando favorablemente al lanzar programas de mejora del sistema universitario que intentan convertir las escuelas superiores en centros de capacitación más próximos a las necesidades el mercado interno (El Economista.es).
Pero el desarrollo humano comienza desde una etapa mucho más temprana, donde “los primeros 1000 días de vida” resultan decisivos. Al respecto, el presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim señaló: «El objetivo del Primer Ministro Modi de conseguir que India se convierta en la capital mundial de los recursos humanos se logrará solo si el problema de la malnutrición se aborda de manera inmediata”.
Así pues, la explosión demográfica india constituye una gran oportunidad; que sólo mediante la aplicación de políticas públicas adecuadas y de largo plazo, podrá aprovecharse de forma plena.
Fuentes:
BUSTELO, Pablo (2012), “India: ¿el final de la edad dorada del crecimiento económico?” http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/rielcano/contenido?WCM_GLOBAL_CONTEXT=/elcano/elcano_es/zonas_es/asia-pacifico/ari56-2012
Centro de Información de las Naciones Unidas, “India: Invertir en la primera infancia para fortalecer la economía” http://www.cinu.mx/noticias/asia/india-invertir-en-la-primera-i/
El Economista.es “La explosión demográfica de India puede convertirla en potencia… o terminar de hundirla” http://www.eleconomista.es/economia/noticias/7671558/06/16/La-explosion-demografica-de-India-puede-convertirla-en-potencia-o-terminar-de-hundirla.html
Population Reference Bureau (2014) http://www.prb.org/
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